Alguien quiere ayudarte

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Isaías 49:29-31

Quien no ha pasado por situaciones difíciles en las que pensamos que ya no hay esperanza para nuestras vidas, nos resignamos al dolor y tan solo dejamos que las cosas suceden al azar. Muchas veces somos presos de alguna tentación o quizás  tenemos problemas familiares, económicos entre otros. De todas formas sea lo que estemos pasando, nuestros corazones se debilitan y nuestra mente se prepara para tener una actitud pesimista.
Esta situación no nos permite avanzar y ser cada día como Cristo puesto que nos empecinamos en nuestro sufrimiento, demostrando así que queremos resolver nuestros problemas por nosotros mismos cuando Dios quiere ayudarnos. Nunca ha sido su voluntad dejarnos solos sin protección. Él nos ha entregado su preciosa gracia para poder resistir cualquier momento amargo que se nos presente.
Jesús comprende cada una de nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, Él nunca pecó. ¿Acaso no parece increíble? ¿Cómo es que Jesús enfrento muchas pruebas sin pecar? Es simple nuestro Rey se refugiaba en el gran poder de Dios.
En Isaías 40:31 se nos dice que aquellos que esperan en Dios levantaran sus alas como las águilas, quizás te hayas preguntado el porqué de comparar  la renovación de las fuerzas que se produce en aquellos que se esperanzan en el Señor con el vuelo de las águilas. Esta pregunta me inquietaba un poco hasta que halle  una respuesta. Las águilas levantan sus hermosas alas y le permiten al viento que las dirija. Dios anhela que actuemos de tal manera dándole paso a Él para guiar nuestras vidas.
Ahora bien si queremos que esos momentos más difíciles de nuestras vidas acaben refugiémonos en Jesús, en su maravillosa gracia la cual el prometió dárnosla cuando más la necesitemos y estoy convencida que nuestra manera de ver los problemas será diferente porque Dios nos está ayudando a sobrellevar cualquier dificultad.
Sin lugar a dudas nunca estaremos exentos de los problemas, dificultades y pruebas porque en estas situaciones nuestro carácter se va formando en Cristo. En el libro de Santiago se nos anima a que nos alegremos cuando nos hallemos en esos amargos momentos debido a que esto nos ayudara a ser constantes con el fin de ser más como nuestro Rey amado (Santiago 1:2-3). En fin Dios nos fortalece para resistir cada problema. Así que busquemos su gracia, tomemos la decisión de esperar en Él dejando que guié nuestras vidas, gocémonos en cada aflicción porque Dios quiere que seamos como Él. Si, así como Él!
¿Acaso no es fascinante la manera en que Dios nos ayuda y nos fortalece? Claro que lo es, no tenemos que hacer sacrificios solo tenemos que esperar en Él. 

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