Tranquilo. Todo obra para bien!
―No tengan miedo —les contestó José—. ¿Puedo
acaso tomar el lugar de Dios? Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios
transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la
vida de mucha gente.
Génesis 50: 19-20 (NVI)
En mi corta trayectoria de vida han ocurrido muchas
situaciones que no entendía el porqué de aquello y lo único que podía decir era ¿Por qué me pasa
esto a mí? Estoy segura que en tu vida también han ocurrido muchas situaciones
donde solo puedes hacerte dicha pregunta.
A la verdad eso se llama egocentrismo y es normal en todo ser humano,
creemos que somos tan buenos y por ende deben ocurrirnos cosas buenas pero lo
cierto es que no lo somos.
La Biblia nos narra una singular historia acerca de
José y sus hermanos, te contaré parte de la historia sin entrar en detalles.
José era el hijo menor quien había nacido cuando su padre ya estaba avanzado de
edad por lo tanto este lo amaba mucho más que a sus 11 hijos. Los hermanos de
José guiados por su corazón lleno de envidia decidieron vender a su hermano a
unos mercaderes ismaelitas que estos a su vez lo vendieron a un oficial del
Faraón en Egipto.
José permaneció en la cárcel por un buen tiempo hasta
que Faraón tuvo un sueño que ninguno de su adivinos pudo interpretar, este se
enteró que José podía realizar aquello que necesitaba y lo mando a llamar, él
guiado por la sabiduría de Dios interpretó el sueño de faraón. Aquel sueño les
mostró a todos, que por toda la Región de Egipto iban a haber 7 años de
abundancia y 7 de escasez, como José era un muchacho muy sabio gracias a Dios,
le dijo a Faraón que durante los 7 años de abundancia recogieran toda la comida
que puedan para tenerla de provisión. Fue así como Faraón engrandeció a José y
le encargó todo Egipto para que él lo gobernara.
En la vida de José ocurriendo situaciones muy malas,
solo imagínate, sus hermanos lo vendieron, estuvo en la cárcel por mucho tiempo
sin saber nada de su padre, vivió lejos de su hogar. Sin embargo Dios usó esas
situaciones malas para bendecir a otros y eso no quiere decir que Dios es el
autor de aquellas situaciones, pues ¡no!
Tal
como lo menciona Romanos 8:28 (TLA) “Sabemos que Dios va preparando todo para
el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con
su plan.” El Señor usa
esas situaciones para bien, aunque tú lo veas todo perdido Dios no lo ve de esa
manera.