¡Enfócate!
Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón.
1 Samuel 12:20
1 Samuel 12:20
Quizá en alguna estación de tu vida, puede que sea en este momento, has traído a tu mente esos pensamientos que parecen haber salido de lo más profundo de tu cerebro, los cuales te recuerdan todas aquellas decisiones incorrectas que tomaste, las que te dolieron y te hicieron sentir menos. Lo que más duele es el hecho de haberle fallado al único Dios que ha sido fiel contigo y conmigo toda la vida.
¿Qué nos dice la Biblia acerca de todo esto? ¿Cómo puedo enfrentar ésta situación? Si bien es cierto, cuando le fallamos a Dios nuestro pecado nos hace alejarnos del Señor. Sin embargo, este no es Su plan. 1 Juan 1:9 nos dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Cuando atravesamos esta situación urgente necesitamos acercarnos más a Dios y ¡Gloria a Jesús! Que gracias a Él tenemos libre acceso a Su gracia.
En tiempos de Samuel, el pueblo clamaba por un rey que los dirija tal como lo hacían en las naciones de su alrededor y cuando vieron como Dios se manifestó en ellos al enviar lluvia y truenos en una época seca lo cual era un hecho milagroso, Israel reconoció que había fallado a Su Señor pidiendo un rey humano. El pueblo tuvo miedo y no es para menos. (Me imagino estando en esa situación, tan nerviosa con los brazos y piernas temblando). Las palabras del profeta Samuel llamaron mucho mi atención
Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón
1 Samuel 12:20
1 Samuel 12:20
Dulces y confrontadoras son las palabras de Samuel para mí. Hemos hecho mucho mal pero a pesar de todo eso lo que tenemos que hacer es no alejarnos de nuestro Dios sino más bien acercarnos y refugiarnos en Su Gracia. Jesús dijo “Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados” Aquellos de quien hablaba Cristo son los que reconocen su pecado, lloran y se arrepienten de fallarle a Dios. ¡Seremos consolados! Jesús es nuestro consuelo. Descansa en esa promesa de nuestro Señor.
No te quedes en esa situación. Dios nos ha perdonado, nos ha consolado sin embargo se nos recuerda que temamos a Su nombre y le sirvamos con nuestro corazón, con toda nuestra devoción, con todas nuestras fuerzas sin reservarnos algo sino entregarnos por completos a nuestro Dios. Samuel también le recordaba al pueblo que no sigan vanidades, es decir, que no nos enfoquemos en aquellas cosas que nos distraen y nos desvían de los planes de Dios para nosotros. Aquellas cosas que no aportan a nuestra vida.
Enfócate en lo eterno, en Jesús, en convertirte en aquel hijo que el Padre quiere que seas. “Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.” (1 Samuel 12:24)
Cuando tu mente aflija tu ser recordándote cada falla que tienes enfócate en todas las cosas magnificas que Jesús ha hecho por ti. Somos miserables a la luz de Su santidad pero gracias al Hijo nuestra posición ha cambiado y hoy el Señor te ve con misericordia.
Cuando tu mente aflija tu ser recordándote cada falla que tienes enfócate en todas las cosas magnificas que Jesús ha hecho por ti. Somos miserables a la luz de Su santidad pero gracias al Hijo nuestra posición ha cambiado y hoy el Señor te ve con misericordia.
Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo.
1 Samuel 12:22
1 Samuel 12:22
¡Notas la magnitud de este amor que te han regalado! Le fallamos a Dios y Él dice que no nos alejemos. Nos dice que nos perdona y nos recuerda que le sirvamos con todo nuestro corazón. Pero con todo eso nos hace una dulce promesa que es inevitable no sentir como el corazón se nos hace chiquito. No nos desamparará es decir no nos dejará, ni dejará de ser compasivos con nosotros porque ¡Él mismo ha querido hacernos suyos!
Somos suyos porque así Él lo quiso y que más grande privilegio que ese. Enfócate en Jesús quien ha dado Su vida por reconciliarte con el Padre. Enfócate en Su determinado amor por este mundo. No tengas miedo por no ser perfecto y por los errores que has cometido. Jesús nos ha dado la salida como también el camino de esperanza por el cual transitar. Recuerda que Él que comenzó la buena obra en nosotros la perfeccionará hasta que Cristo venga.
La gracia de Jesús inunde todo tu ser.